Mária Almenara era una niña a la que le encantaba pasar las tardes compartiendo con su mamá, mientras hacían deliciosos postres. Desde niña ella los ofrecía, en el colegio, a la hora del recreo; a veces no pasaban del bus que la recogía por las mañanas.
Mária llegó a Lima a estudiar publicidad, carrera la cual nunca ejerció, ya que la repostería terminó por conquistarla. Poco a poco, sus postres se fueron haciendo conocidos entre sus familiares, amigos y empresas; el negocio empezó a crecer y,finalmente, el 26 de junio del 2017, abrió las puertas de su primer local en la cuadra 6 de la Avenida La Mar, Miraflores.