Crepier

Crepier pasó de ser una fábrica local a una marca de estándares internacionales. Sin una idea clara de cómo hacer empresa, Amelia Núñez de Casaretto, una mujer que se caracteriza por su gran perseverancia y optimismo, empezó a coser en su casa muñecos y cojines decorativos, luego tuvo curiosidad por hacer carteras, y de forma natural pasó a los maletines.

De esta manera, Amelia fue convirtiendo su afición por la costura en una idea de negocio. Un vendedor de membresías de Sears la animó a crear su propia marca y fue en 1978 cuando comenzó oficialmente la historia de Crepier. En 1988 se diseñó el primer portacosméticos, una creación icónica que marcó un hito importante para la marca y el inicio de un gran emprendimiento, y en 1989 se creó la línea Students.